lunes, 19 de mayo de 2008

Etica en medicina. Historia evolutiva

Agustín Candioti

Los problemas de la ética no pueden ser considerados fuera de la conducta humana por estar ligada indefectiblemente al imperativo moral incondicionado o categórico de Kant*. Es implícita a la naturaleza del hombre y su elección de la moral, como función específica del homínido. Está unida estrechamente a la dinámica de la última etapa adaptativa de la evolución material, el superior proceso que ha sido llamado por distinguidos lingüistas (Piaget*. Vigotzky*, Stern*. Chomsky*, etc.), lenguaje interior o pensamiento verbalizado. Por su dinámico accionar los seres humanos hacen un silencioso e íntimo llamado a su conciencia. Es una respuesta entroncada con el impulso adaptativo que desde el homínido primigenio se ha de trasladar al código genético y su hélice de ADN, y como éste, es un producto de los innúmeros condicionamientos que se adquieren en la Ontogenia que luego han de plasmar en costumbres reaccionales o respuestas elaboradas al medio ambiente.
Por su reiteración se transforman en estereotipos reaccionales que finalmente se trasladan a la Filogenia encaramados en el código genético como predisposiciones que se han de convertir en respuestas adaptativas estereotipadas en permanente interacción con el medio, por el dinámico accionar del estímulo-enseñanza y de la autoenseñanza.
Por ello la ética se encuentra en estrecha relación con las épocas y las culturas y con sus expresiones científico-culturales. En un principio estuvo ligada lógicamente al individuo como expresión de la necesidad de adaptación del predominio en su lucha poro sobrevivir y ligada al mantenimiento de la especie a la que pertenecía.
Ese impacto inicial adaptado a las necesidades de supervivencia fue primero individual y luego social, clara expresión de la superioridad evolutiva que la especie Homo desarrolló sobre las otras especies animales. Fue un real y trascendente salto de integración inherente a la condición de la especie cuyo impulso evolutivo jerarquizante habría de pasar a ser su característica esencial. Se encaramó en su máxima expresión material complejizante, el Cerebro Humano. Asentó su proyección al futuro en su lóbulo prefrontal, específico de la especie humana, lóbulo de asociaciones cuya red neuro-sináptica de información del orden de l0 a la 35 asegura prácticamente sus posibilidades de desarrollo al infinito.
El concepto de ética indisolublemente ligado a estas expresiones materiales evolutivas y muy dinámicas, base fundamental del actual ciclo evolutivo, ha entrado en una nueva etapa de acelerado desarrollo con el nivel psicológico humano de integración. Así pues el Ser Humano-Social en la normalidad, unidad dialéctica indivisible y heredera del prehomínido en su trascendental salto integrativo del nivel animal al humano, conlleva implícita la ética como un derivado imprescindible del principio de moralidad autónoma y heterónoma aprendida, contenido en esa unidad vital e integrada, unidad que representa el Ser Humano-Social. Sin duda la organización socio-humana que se iniciara rudimentariamente con el prehomínido y su etapa de socialización de agrupación en hordas por razones de desarrollo y supervivencia, fue elaborando principios de convivencia colectivos basados esencialmente en imperiosos impulsos de procreación y proyección al futuro. La presión del medio colectivo social fue la base y desarrollo de la familia con sus superiores instintos de solidaridad y amor que trajo aparejado un fuerte sentido de defensa familiar, incorporado a lo social.
Paralelamente y fundamentado en la necesidad del bien común, principio de ordenamiento social (hordas primitivas), se fue trasladando a la formación de familias y clanes con la consiguiente aparición de principios de ética más consolidados. Se fue subordinando así -como grupo- al primario impulso de asociación. Ello involucra necesariamente el nacimiento de principios morales adaptativos en las primarias organizaciones primitivas. La familia como medio de cohesión e integración social, se basó fundamentalmente en la necesidad impuesta por las grandes exigencias del medio ambiente natural. Se fue trasladando así a la Filogenia.
Esos principios morales fueron sin duda en constante progreso y dieron lugar al desarrollo de principios éticos implícitos en ellos, progresivamente adaptados a las costumbres en vigencia en cada época socio-cultural, y naturalmente por su asidua práctica, cada vez más jerarquizados.
Se fueron así trasladando a los conglomerados sociales con normas cada vez más firmes por las costumbres en boga, siendo absorbidas y elaboradas por el superior nivel psicológico de organización humano que dieron lugar a las leyes de convivencia social, única manera de mantener el impulso evolutivo con sentido positivo, siendo gradualmente aceptados por los componentes de la sociedad.
Es el proceso que por su práctica constante nos depara el adquirir la seguridad en uno mismo y por ende en los valores morales los cuáles son una expresión de profundo contenido social-humano creador de conductas humanas de gran contenido ético como la solidaridad, el amor, el respeto a los demás y a uno mismo, la libertad del pensamiento orientado coherentemente a la dignidad, etc. Lleva todo ello implícito la necesidad de ser cada día un poco mejor que el anterior como modalidad superadora que crea primariamente en su carácter de obligatoriedad social, condicionamientos positivos que contribuyen en forma sobresaliente a mantener el equilibrio psicofísico del Hombre, en la normalidad, favoreciendo de este modo el mantenimiento de la salud y el armonioso transcurrir dinámico-funcional del organismo todo que se proyecta, a no dudar, en el principio de superación que E. Kant* llamó "valor absoluto de lo ético".
Se fueron conformando de este modo los principios éticos en consonancia con los requerimientos y necesidades de la organización social en marcha, en cuyo armónico desarrollo su dinamismo constructor podía verse alterado por la existencia de enfermedad con la correspondiente perturbación del dinamismo de la función. El instinto del Ser Humano-Social de ser uno mismo conlleva la moralidad y con ella el desarrollo de la ética. Este concepto es de fundamental importancia para la Medicina y el Médico en su esencial objetivo final, curar. La ética es una respuesta adaptativa fundamentada en la evolución material que incluye la del desarrollo evolutivo del Ser Humano-Social.
Por otra parte es necesario tener en cuenta el gran predominio del hemisferio cerebral derecho (R.W. Sperry*, fuente de la creatividad, con sus expresiones de afectividad incluídas. Ellas impactaban superlativamente en el creciente desarrollo del hemisferio izquierdo, con su corteza en vías de desarrollo. Si tenemos en cuenta que el lóbulo prefrontal-propio y exclusivo del homínido- es en la actualidad utilizado sólo en el 10% de sus verdaderas posibilidades, cuanto más en aquella época de neto predominio derecho que favoreció el despertar de las artes y de la balbuciente tecnología, comprendemos la enorme importancia de estas circunstancias materiales en la creciente evolución del nivel psicológico de organización.

De gran valor es señalar la gran influencia de la enfermedad como perturbación precoz del dinamismo funcional del organismo todo que finalmente culmina en la lesión de la estructura biológica, capaz de determinar alteraciones en la conciencia de la ética y provocar comportamientos antiéticos de gran repercusión social. Esta concepción individual se traslada también al contexto social y la perturbación de su equilibrio dinámico puede crear o producir conductas sociales de profundo contenido antiético como son la violencia, las guerras, etc. y sus secuelas.
Se hizo necesario que esas civilizaciones primitivas realizaran un creciente aprendizaje del mundo objetivo. Por ello la progresiva maduración del nivel humano de integración en su proyección filoontogenética en permanente interacción con los estímulos del medio, lo que determinó la aparición del lenguaje humano, hito decisivo en el proceso de hominización. Este fue precedido del extenso período de la evolución morfológica en que el paso a la posición erecta (vertical) involucró la horizontalización del cráneo con su cambio de apoyo sobre el raquis que liberó a este de la presión de los músculos temporales, creando las condiciones para que la utilización de la mano, transformada en instrumento y con el auxilio del ojo, ampliara el conocimiento de ese mundo objetivo.
Se crearon así las condiciones estructurales y funcionales necesarias para permitir la aparición y desarrollo de la palabra que proporcionó un gran impulso al crucial principio de señalización, ya esbozado en los animales con su 1er. Sistema de señales de la realidad, y perfeccionado por el cerebro humano con su capacidad de abstracción y generalización del 2do. Sistema de señales de la realidad concreta.
El origen de las palabras y su significado señaló con claridad el pasaje de la praxis a la gnosis. Se perfeccionó así el proceso de simbolización, base fundamental del creciente intercambio de informaciones que impulsó el progreso del nivel socio-humano de integración, facilitando la irrenunciable finalidad del homínido fortalecida por la acción del trabajo. Cuando nuestros remotos antepasados usaron el puño como masa y el pulgar e índice como pinzas, se creó la técnica. Mano, cerebro y lenguaje determinaron por su interaccionar conjunto el desarrollo de la inteligencia, o sea, la capacidad de resolver problemas.
La creciente tendencia a la complejización, característica esencial de la materia en movimiento, fue acelerando su capacidad constructiva alcanzando su desarrollo más significativo con el Ser Humano-Social. Se facilitó, en base a su propiedad de abstracción y generalización su proyección creativa al futuro apoyada en el acto (praxis) y el pensamiento (gnosis). Sólo la vida social a través de la Filogenia llevó a la síntesis de la praxis, que significó hablar. Fue el instrumento con que el homínido tomó conciencia de sí mismo. La aparición del lenguaje escrito significó un jalón decisivo en la cultura humana que la proyectó al futuro basada en la historia evolutiva. Ello representó un gran salto evolutivo adelante y actualmente nos encontramos en la etapa de Historia Histórica como lo señala P. Lain Entralgo* en que la ética y la cultura siguen su camino ascendente orientado hacia el creciente desarrollo de la racionalidad.
De allí, como ya hemos señalado, el valor de la educación basada en la enseñanza y la autoenseñanza en relación con los valores constructivos del Ser Humano-Social con el desarrollo de condicionamientos positivos y construcción de respuestas de gran valor socio-cultural que facilitan, a no dudar, la llegada de la anhelada etapa "la edad de la razón", etapa evolutiva del Ser Humano-Social que indefectiblemente ha de llegar encaramada en la capacidad del lóbulo prefrontal de desarrollar sus posibilidades de asociaciones de 10 elevado a la 35.
Insistimos en el valor insustituible de la educación y en la gran importancia de conocer la coherente utilización del estímulo-enseñanza dirigidos a favorecer los valores auténticos del Ser Humano-Social que se acrecientan, sin duda, con el desarrollo cultural del Ser Humano-Social.
De esta forma se fueron desarrollando los aspectos más positivos de ese Ser Humano-Social. Como hemos señalado se transdujeron al código genético en la Filogenia y pasaron a constituir lo incondicionado o heredado, incluida la moral autónoma con profundas raíces en la moral heterónima o aprendida en la Ontogenia, en base a las ineludibles necesidades de la socialización y al creciente desarrollo del pensamiento como medio de comunicación a través del lenguaje, que dio nacimiento al pensamiento verbalizado o lenguaje interior, que elabora la conciencia.


Resúmen

Se aborda la evolución histórica de la Ética en el proceso del desarrollo material del Ser Humano-Social señalando la necesidad ya en la etapa del prehomínido, de elaborar principios de convivencia social en base a impulsos jerarquizantes de moral y ética, rudimentarios como medio indispensable de la horda primitiva en su dura lucha por la sobrevivencia y el mantenimiento de la especie. Gran importancia adquirió, hace ya alrededor de 50.000 años, para la jerarquización de esos principios éticos rudimentarios el naciente nivel psicológico de organización e integración que se inició con la adquisición y desarrollo del lenguaje como nuevo y perfeccionado medio de comunicación y su expresión superior evolutiva, mecanismo cibernético exclusivo del Ser Humano-Social de ajuste de la información, el llamado Lenguaje interior, que fue precedido previamente para su constitución y desarrollo en el niño por el Lenguaje Egocéntrico o habla para sí mismo, paso previo al pensamiento verbalizado.
Este paso a la complejización e integración de las señales del medio se produce con la maduración de la Corteza Cerebral por mielinización, etapa que se completa tentativamente en la Pubertad y Adolescencia sin límites precisos de tiempo en que se transforma en Lenguaje interior que pasa a representar la base fundamental del desarrollo psicológico evolutivo superior con el pensamiento y la conciencia humanas.
Finalmente señalamos la existencia del llamado Lóbulo Prefrontal propio y específico de la especie Homo que recién ha alcanzado sus primarias etapas de desarrollo que se considera ilimitado, ya que está asentado en la capacidad de creación de nuevas redes de asociación de orden de 10 a la 35, que asegura la proyección de la especie Homo al futuro jerarquizante. Es la base fundamental de la construcción del pensamiento y la conciencia humanas, en él reside el impulso del homínido para ajustarse progresivamente y de acuerdo a los progresos de la Humanidad hacia el reinado de la Razón y el equilibrio psico-físico constructivo individual y colectivo-social, con el inevitable desarrollo del imperativo moral incondicionado y su correlato, la Ética.

Bibliografía:
1. Kant E.: Crítica de la Razón Pura (1781)Crítica de la Razón Práctica (1788)2.Chomsky N.: Lenguaje, 35. 1964. Ed. Fader-Katz, p. 25 a 28.
3.Lain Entralgo P.: Historia Universal de la Medicina. Barcelona.1975
4.Piaget J.: Les origine de la pensée chez les enfants. Press Univ. París 1947
La construcción de la realidad en el niño. Bs. Aires. Ed. Proteo 1960
5.Sperry R.W.: Split Brain Approach to leaving problems. En Neurosis. Rockefeller Unuv. Press 1967
6.Sperry R.W.: Cerebral Organization and Behaviour. Science 1961. 133. P. 1749 a 1757
7.Stern F.R.: Somatic aspects of emotional reactions. West Virginia Medical Journal 1945. p. 179
8.Vigotzky L.: Pensamiento y Lenguaje. Ed. Lautaro. Bs. A. Argentina
9.Vigotzky Luria A. Leontiev R.: Estudios sobre el lenguaje egocéntrico. Proccd. of Ninth Int. Congress of Psichologie. New Haven. 1929.

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