martes, 8 de julio de 2008

Foro: “De quién es el cuerpo?” 23 de junio de 2008

Aporte de la Dra. Adriana María A. Alfano

Pensar en el dualismo mente cuerpo parece no responder a la verdadera realidad del ser humano, me refiero al hombre como un espíritu encarnado. Muchos son los estudiosos en el campo de la filosofía y de las ciencias sociales y jurídicas que han pensado y escrito sobre el tema.

Hay experiencias documentadas de personas que han vivido experiencias del más allá, incluyendo a la Dra Kubler Ross, famosa y laureada psiquiatra-tanatóloga (“La muerte: un amanecer”, Ed.. Océano, :Barcelona,1998). Estas experiencias nos despiertan la conciencia de la existencia de algo más que este cuerpo con características físicas.

No será que cada uno de nosotros -cuerpo de por medio- somos o formamos parte de un proyecto más amplio, más abarcativo? Y en este sentido la libertad de decidir sobre nuestro cuerpo, o sea ejercer la autonomía justifica por ejemplo el suicidio o la eutanasia? Ni el materialismo ni el espiritualismo explican de quién es cuerpo sin caer en extremismos conceptuales.

La misma naturaleza humana da cuenta de este ser integral (espíritu y cuerpo) No tenemos más que ver a una bailarina virtuosa que suscita en nosotros la pregunta ¿es que baila sólo su cuerpo?

Otras veces experiencias cercanas a la muerte dan cuenta que ésta no es más que un evento del proyecto vital de cada persona

En este sentido quiero referirme a la relación médico-paciente y al poder que ejercen ciertos profesionales de la salud en relación al cuerpo de sus pacientes manejándose con un rol paternalista respondiendo a un modelo de medicina hegemónico. Tal vez en otro momento de la evolución del tiempo y de las conciencias de las personas, este modelo era adecuado. Hoy día, la conciencia del ser humano está más despierta (si no fuera así habría que propiciarla) y es en la misma relación médico-paciente desde donde, en un proceso de informaciones y consentimientos, el paciente junto con su médico son los que decidirán sobre las acciones que se realizarán o no en su cuerpo.



Aporte del Dr. Horacio A. Dolcini

El dueño del cuerpo
A nuestro criterio, el verdadero y total dueño del cuerpo es su poseedor y la diferencia que siempre se ha hecho en relación a “tener un cuerpo” y “ ser un cuerpo”, se ha inclinado fuertemente a favor de la segunda acepción.
Uno de los fundamentos más citados en relación a la propiedad del cuerpo por la propia persona, deriva de la consideración del suicidio como el acto de máximo ejercicio de esa potestad sobre el propio cuerpo.
Sin embargo, una persona con integridad de sus facultades mentales, pensará siempre en primer lugar: cuidar su cuerpo.
La libertad para decidir por el propio cuerpo, se considera como la máxima expresión de la libertad personal, a pesar que la pertenencia a la naturaleza hace que la libertad se encuentre condicionada por esta, si bien ello no configura una antinomia.
La conciencia de libertad- en relacion a la propiedad y uso del cuerpo- implica siempre “ una libertad para la acción” que guardará un equilibrio entre la pertenencia a la naturaleza, la historia vital del individuo y una racionalidad existencial vinculada al propio bien.


Aporte del Dr. Daniel E. Levy

De quién es el cuerpo?
Dr. Daniel Eduardo Levy
Si uno desea una definición o un concepto frente a esta pregunta, puedo afirmar que es por lógica que el cuerpo es de uno mismo, nuestros huesos, nuestras vísceras, nuestra piel, y es así del principio al final de la vida.No obstante, el cuerpo puede ser robado, secuestrado, ultrajado, torturado.Algunos podrán decir: sí, pero el brazo o mi pierna siguen siendo míos. En realidad, ahí pierde el dominio, ya no podrá usar el brazo o la pierna.No creo que algún niño africano sobreviviente a una amputación de una pierna por ejemplo: por una mina terrestre, seguirá diciendo la pierna que me falta es mía, podrá decirlo, podrá pensarlo pero la guerra se lo llevó y llevó parte de su cuerpo.La sociedad de cada país deberá luchar por todas las formas que la repuesta de quién es el cuerpo, siga siendo una: el cuerpo nos pertenece es de nosotros mismos pero hagamos lo imposible para denunciar a aquellos que puedan mancillarlo.

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